Tras la victoria de Pelayo en Covadonga sobre los musulmanes en el año 718, comenzará el proceso de formación histórica de los que las Crónicas denominaron Asturorum Regnum (reino de los astures), que culminaría entre el 910 y el 925. Tras diez años de guerra contra cántabros y astures, los romanos iniciarían una etapa de dominio que concluiría con las invasiones germánicas.
Si hay algo que realmente sorprende y atrae al visitante de estos territorios es la existencia de una rica y singular cultura tradicional. Este patrimonio acumulado durante siglos es el que define nuestro paisaje, profundamente humanizado, que se traduce en la organización del espacio productivo: veigas, prados, brañas… En el mantenimiento de ingenios hidráulicos y oficios tradicionales, y en el poblamiento, definido por un gran número de pequeñas aldeas, donde perviven tipologías arquitectónicas de gran antigüedad. Casonas y palacios, capillas e iglesias, torres y castillos…Todo esto conforma un patrimonio cultural, natural y humano de marcado carácter rural y singular atractivo.