Asturias, tierra de osos
Asturias es una de las mejores regiones de toda Europa para observar osos en libertad. Y el Parque Natural de Somiedo es un lugar provilegiado para lograrlo. En temporada alta de avistamientos es bastante probable si se cuenta con la ayuda de guías especializados, el equipo de observación necesario, algo de paciencia… ¡y una pizca de suerte!
¡Allí se mueve algo! ¡Mirad, allí! Un compañero de viaje holandés grita emocionado. Ha visto algo moverse algo por la escarpada pared que se yergue frente a nosotros. El resto del grupo nos abalanzamos nerviosos sobre los catalejos y los prismáticos. Llevamos casi una hora haciendo “una espera”, es decir: escudriñando el terreno en por el que Sofía, nuestra guía local, ha apostado para que logremos nuestra misión.
Oso a la vista
Sofia nos ayuda a localizar, enfocar y perseguir la presa a través de la mirilla. Una tarea que no es tan fácil como parece. Me acerco al visor y… ¡Ahí está el oso! Me sorprende su gran tamaño y la agilidad con la que se mueve por el abrupto terreno a unos cientos de metros de distancia. Ni mis compañeros ni yo podemos separar el ojo del visor. Estamos fascinados.
¡Ahí está el oso! Estoy asombrado por su gran tamaño y la agilidad con la que se mueve por el terreno accidentado a unos cientos de metros de distancia.
Y no somos los únicos observadores alegres: en los arcenes y los prados por encima y debajo nuestro se han reunido varios grupos a la caza del plantígrado cantábrico. ¿Por qué Somiedo es un sitio tan especial para ver osos? ? pregunto a Sofia: “Además de que Somiedo es una de las zonas con mayor densidad de osos de toda la Cordillera Cantábrica, la orografía y las características del territorio en algunas zonas, permite que los observadores se puedan disponer en puntos concretos a una distancia óptima para la observación.”
Somiedo, territorio osero
Pero no siempre ha sido así. Gracias a unas exitosas políticas de recuperación, en tan sólo unas décadas la población de osos pardos ha pasado de estar en peligro a contarse por centenares en la Cordillera Cantábrica. El entorno del Parque Natural de Somiedo es el lugar de España con mayor concentración de osos pardos, con una población de alrededor de 300 plantígrados.
El conocimiento del territorio y la experiencia de los guías son fundamentales para una observación exitosa.
¿Cuáles son las mejores épocas del año para verlos? Pregunto a Sofia, que sigue ayudando al grupo mientras responde a nuestras preguntas. “La primavera es una excelente época para la observación, en concreto el mes de mayo y primera quincena de junio, ya que las osas con crías se disponen en laderas altas y despejadas, para alimentarse, además, en esta época, se suceden los celos, y los osos presentan gran actividad en las zonas más abiertas”, nos contesta. “Otro momento excelente, es la segunda quincena de agosto y primera de septiembre, que es cuando los osos se alimentan del fruto del escuernacabras (Rhamnus alpina ), y de la avellana”.
Factores de éxito
No puedo dejar de sonreír emocionado. Es la tercera vez que intento ver osos en Somiedo, y es la primera vez que lo logro, lo que quizás me haga valorar más la experiencia que otras personas que lo logran a la primera. ¿Cuestión de suerte? “Hay varios factores que influyen”, me dice Sofia, “por un lado el conocimiento que tienen los guías del territorio y la experiencia son fundamentales a la hora de tener éxito en la observación. También es fundamental, controlar la meteorología, un buen equipo óptico y mucha paciencia”.
De todas maneras, incluso en las rutas de observación en las que no hay suerte en “la espera”, siempre se aprenden muchas cosas sobre la vida del oso pardo en Somiedo mientras se disfruta de un precioso paisaje de montaña: los valores del Parque, otras especies de flora y fauna de la zona, así como las labores de conservación que se han seguido y se siguen para que esta especie sigue habitando Somiedo.
¿Qué esperáis de vuestros clientes? le pregunto a Sofía mientras recogemos el material antes de ir a brindar por el éxito de nuestra misión. “Esperamos que sean conscientes del valor que supone observar en plena naturaleza un animal en peligro de extinción como es el oso pardo, y que tengan claro que nunca se puede garantizar el éxito de la observación”.